La novia lucio un espectacular vestido blanco de volantes plizados de organza y plumas de avestruz bordado en cristales de swarovski a juego con la espectacular corona y el largo velo de cinco metros tan tradicional en este tipo de bodas gitanas.
Sin lugar a dudas este acontecimiento no se ajusta en absoluto a las pautas de moda que solemos seguir pero el respeto por otras modas y culturas nos enriquecen como personas y profecionales, el cante y el baile, el arte y el sentimiento que acompaña a esta ceremonia gitana no tiene nada que envidiar a ninguna otra boda que se precie.
Todos los profecionales que nos dedicamos a la moda nupcial deveriamos vivir esta esperiencia una vez en la vida aunque para nosotros es la cuarta boda gitana en la que participamos.
Gracias Lela por confiar en nosotros para este dia tan especial para ti.
Una esperiencia para repetir.
